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Hay equipo


El bibliotecario nunca trabaja solo. A diferencia de la creencia popular que nos vé en solitario (en algunos casos arrugados tras un mostrador, amargados, gritones y antisociales); lo cierto es que no nos queda otra opción que trabajar con “otros”. La biblioteca tiene sentido en función de servir a alguien y no conozco biblioteca unipersonal que resista como isla solitaria. Todas ellas, antes o después caen, en la medida en que se agota la energía de quien la lleva adelante.

Nos relacionamos con nuestras comunidades; con el personal de distintas áreas de la biblioteca; el resto de la institución; con los colegas de otras instituciones.


Como el objetivo es compartir la información, es imprescindible crear lazos con otros colegas y organizaciones para facilitarnos la tarea en lugar de duplicarla. De allí surgen los trabajos en red, los catálogos colectivos.

Es muy usual que en una reunión o cumpleaños al menos se junten dos médicos o abogados. Pero ¿dos bibliotecarios? Rara vez. Entonces creamos nuestros propios círculos de encuentro, de camaradería, de compartir intereses comunes.

Sirven a estos fines las jornadas y congresos donde se muestran diferentes experiencias (por tipo de bibliotecas como las jurídicas, las biomédicas, las escolares; o general de todo tipo de bibliotecas). Por otro lado, también se reúnen en asociaciones profesionales o Colegios, que tienen funciones y objetivos diferentes.


Afortunadamente cada área, sector, especialidad, institución tiene su propio perfil.

Cuando me refiero a perfiles diferentes pienso en rasgos de la personalidad de los colegas. Obsesivos, creativos, metódicos, extrovertidos, vergonzosos, idealistas, terrenales etc.

Cada estilo tiene un don y una desventaja. Por lo general los creativos (don) somos caóticos a la hora de sentarnos y estructurar un proyecto (desafío). Los extrovertidos son excelentes a la hora de salir a presentar su proyecto, hacer sociales para conseguir recursos y alianzas (Don), pero son poco detallistas a la hora de preparar una presentación (desafío). Los idealistas (don) tienen problemas para evaluar la real viabilidad de sus geniales ideas (desafío).

Y aquí la solución viene de la mano del equipo:


1- realice su propia lista de dones y de saberes

2- realice su lista de puntos débiles

3- Detecte a sus colegas que tienen el don que usted necesita (si soy creativo y mi debilidad es la estructura debo encontrar a alguien obsesivo, metódico y detallista que me dé una mano. Por el contrario si soy muy estructurado y me cuesta pensar por fuera de la caja, buscaré a un creativo)


A veces a la hora de formar equipos nos guiamos por afinidad o cariño en lugar de hacerlo por las razones correctas. ¿Cuál sería su equipo ideal? Los leo.


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