Renuncio a tener razón

Hoy, en “autoayuda para bibliotecarios”: ¿Qué pasaría si renunciasemos a tener razón? Ganaríamos tiempo y salud mental. Muchas veces, ante un desacuerdo le damos una trascendencia que nos consume. Hablamos sobre el problema con terceros, pensamos peleas imaginarias, argumentamos de mil maneras distintas para demostrar nuestro punto.
También caemos en la incoherencia de “te llamo para decirte que no te quiero hablar más”.
Cuando bajamos las armas se acaba el conflicto. Esto no implica ceder, o ser obsecuente. Se trata de una renuncia real, genuina, interna. Dejar de permanecer en el loop de la charla que sabemos que no llega a ningún lado, perder energía vital y tiempo, para usarlo en otra cosa, más productiva.
Por otro lado, quien nos escucha y va preparado a discutir, se queda sin palabras cuando le decimos “Tenés razón, ¿Qué vas a hacer al respecto?”
Es increíble la cantidad de horas que perdemos en dar explicaciones, defendiéndonos, o luchando por imponer nuestra posición inútilmente. Retirarse de la zona de combate, especialmente la mental, nos da foco en lo que sí podría funcionar.
Por otro lado, asumir que el entorno no cambiará, por más hostil que sea, nos abre la puerta para decidir qué hacer con eso. Dejamos de esperar a que un otro haga algo, resuelva. Esto es válido para los “debería ser así, deberían darme tal o cual cosa”. Y si no es, si renuncio a tener razón, ¿Qué puedo hacer con la realidad que tengo?
Haga la prueba. Después me cuenta.
PD: Para experimentar esto y mucho más, está el taller. https://www.carolinalopezscondras.com.ar/post/se-viene-el-taller-de-oto%C3%B1o-de-bibliotecas-divertidas